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La Venganza del General Cuevas

  • Foto del escritor: Consultorías Stanley
    Consultorías Stanley
  • 10 dic 2023
  • 22 Min. de lectura

Actualizado: 11 mar


Los universales del infierno son estos tres amores; el amor de dominio fundado en el amor propio, el amor de posesión de los bienes ajenos fundamentado en el amor al mundo y el amor adúltero. Los universales del cielo opuestos a éstos son los tres amores siguientes; el amor de dominio fundado en el amor de uso, el amor de poseer bienes mundanos fundamentado en el amor de servir al mundo con ellos, y el amor verdaderamente conyugal.

Emanuel Swedenborg


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Introducción

Escribí la trama de “La Venganza del General Cuevas” durante un taller de dramaturgia con Mauricio Kartún en 2007 en el Festival de Arte de Cali, organizado por el director de teatro de La Esquina Latina el Doctor Orlando Cajamarca. Tras su lectura los casi 40 compañeros de aquel taller, todos destacados dramaturgos y guionistas de televisión y cine de Colombia permanecieron en un reverente silencio; Kartún elogió el texto a lo largo del taller, anunciando a los presentes que estaban ante gran obra irreverente del teatro colombiano.

La trama es tan compleja como casual: El general Eustaquio Cuevas desea ascender al ministerio de guerra en Colombia en los 1950s, y para ello cultiva la apariencia de una familia perfecta, con Cecilia, una esposa devota y Luis, un hijo obediente. Pero Cecilia es una mujer que lo recrimina constantemente por su idilio con Ana, quien a su vez le exige que se divorcie y se case con ella. Luis, por otra parte es un personaje rebelde pero obediente, lo que lo hace débil a los ojos de su padre.

El General se ve envuelto en una trama de corrupción, por lo que obliga a Luis a que firme varios documentos. El escándalo sale a la luz pública y Luis es el único señalado por la justicia, lo que lo sume en una honda depresión. Sólo Gaby, esposa de Luis, tiene el talante para confrontar al General, recriminándole por manipular a los suyos para su único beneficio.

El General es paciente de Irma, una psicóloga con nexos diplomáticos, quien lo diagnostica que el sadomasoquismo es el mejor remedio para sus conflictos; al objetivarse ante una desconocida como ella, el General sublima sus pasiones, purgándolas a través de la catarsis de su abuso de poder y su mentiras.

El General descubre que Cecilia tiene un idilio secreto con uno de sus cabos, Narciso Mendoza, a quien el General encargara de hacer una reforma en su casa de campo. Aquella es la oportunidad que esperaba el General para divorciase y casarse con Ana, sin que su hoja de vida se vea afectada para su ascenso como ministro.

El desenlace es tan inesperado como brutal para el General y sus oscuros designios de venganza.

Personajes

General Eustaquio Cuevas

Cecilia, esposa del General

Ana, amante del General

Luis Cuevas, hijo del General

Gaby, nuera del General

Narciso Mendoza, cabo al servicio del General

Irma, psicóloga del General

Hugo Noël

Presentación

HUGO NOËL

El fortalecimiento de las fuerzas armadas durante la guerra civil que azotaba a Colombia durante los 2000s, me cohibió de ofender la sensibilidad castrense con la publicación de esta obra por 20 años. Este teatrexto retrata la mentalidad patriarcal y machista que en aquel entonces dominaba la política colombiana; que un hombre se acueste con una mujer no es, aún hoy en día, considerado un acoso sexual, sino una oportunidad de placer que debe exprimirse como una media naranja, para emplear el verso de Baudelaire; que dicha oportunidad acarree peligro la hace más apetecible. Al menos, eso predica el discurso de quienes la teoría feminista llama los machos alfa.

El propósito de esta obra, hoy finalmente publicada tras un intento de escenificación, misteriosamente boicoteado en 2019, es enseñar a la audiencia como quienes ostentan el poder se aprovechan de los prejuicios morales de la mayoría para que este o aquel actúen como fichas a su servicio, llegando al extremo de sacrificar sus vidas por un ideal moral. Crítica social que desentraña los mecanismos de poder, y manipulación que operan en un entorno político y social encubierto por la cultura, la corrupción y los prejuicios patrióticos

.

ACTO I

ESCENA 1

Cena en la casa de los Cuevas

EUSTAQUIO

(A Cecilia)

¿Te entregaron el dinero que te envié́ con el cabo,

querida?

CECILIA

(Con sarcasmo)

Lo recibí́, mi amor. Tuve que ir al mercado a

comprar la comida para la cena, porque tú

te estabas refocilando con tu amante.

EUSTAQUIO

¿Perdiste la cabeza?

CECILIA

(Con desdén)

No te hagas el listo, Eustaquio. Todos ya

sabemos que tienes una moza que quiere

que la embaraces.

EUSTAQUIO

(Con irritación)

Eso es una calumnia.

CECILIA

(Con ironiza)

¿Calumnia? ¿Y qué hay de la vez que te vi con Ana en

el parque?

EUSTAQUIO

(Con firmeza)

Cecilia, por favor, no sigas con esto.

CECILIA

(Con desesperación)

No voy a parar hasta que me confieses la verdad.

LUIS

¿Qué ocurre?

CECILIA

(A Luis)

Nada, hijo. Tu padre y yo estamos discutiendo

como siempre.

LUIS

(Con determinación, entrando a la sala)

¿Y por qué́ discuten?

CECILIA

(Con tristeza)

Porque pronto tendrás medio hermanitos con

quien compartir tu herencia.

LUIS

¿Qué?

EUSTAQUIO:

(Con asombro)

Tu madre será remitida a un siquiatra, hijo. De sus

problemas mentales se encarga su marido.

LUIS

(A Eustaquio)

Pero es cierto, padre.

EUSTAQUIO

(Con ira)

¿Y tú́ qué sabes?

LUIS

(Con desafío)

Me dijeron que eras un hombre corrupto indigno

de ser mi padre.

EUSTAQUIO

(Con odio)

¡Insolente!

CECILIA

(A Eustaquio, con resignación)

Escúchanos, Eustaquio. Si no cambias te van a jubilar.

EUSTAQUIO

¡Es mi vida!

Eustaquio y Cecilia le dan la espalda a Luis.

LUIS

(Horrorizado)

¿Por qué me dan la espalda? ¡Contéstenme!

¿Es esta mi pesadilla de nuevo? ¿Por qué me lo

ocultan? En mi otro sueño estoy en medio de un

campo de batalla. Soldados muertos y heridos me

rodean. El cielo está oscuro y lleno de nubes

negras. ¡Soy un soldado, y lucho por vivir!

Cecilia permanece inmóvil observando la pesadilla.

GENERAL CUEVAS

¡Luis! ¡Soldado! ¿Por qué no estás combatiendo

al enemigo?

LUIS

(Alarmado y confundido)

¡Padre! La guerra no tiene sentido, ¡somos

nosotros contra nosotros mismos! ¡Es una locura!

GENERAL CUEVAS

(Con rabia creciente)

¡No toleraré insubordinación en mis filas, hijo!

¡Ataca ahora mismo o enfrenta las consecuencias!

LUIS

(Con firmeza)

No puedo hacerlo. No pelearé en esta guerra insensata.

No puedo seguir este camino de destrucción y muerte.

¡No quiero firmar esos papeles! ¡No quiero ser usado!

El General, furioso, levanta su arma y

apunta hacia Luis. Un disparo resuena

en la penumbra y Luis cae al suelo, herido

de muerte. Su rostro muestra horror y

sorpresa mientras se desploma sobre

el suelo frío del campo de batalla.

LUIS

(Reviviendo su horror)

¡Mamá! ¡Mamá!

CECILIA

(Ofendida)

¡Obedece a tu papá!

LUIS

¡Nooo!

Apagón.

ESCENA 2

Se escucha "Negra Consentida" de Daniel Santos.

Despacho con escritorio de anchos cajones,

recibidor perchero y mesita con teléfono clásico.

Sillas de cuero y banderas en las esquinas.

EL GENERAL EUSTAQUIO CUEVAS es un hombre

corpulento con un parche en el ojo izquierdo.

Recostado en su silla giratoria, conversa con

NARCISO, atractivo cabo de dieciocho años.

NARCISO

Estoy en deuda con usted General.

GENERAL

Sería una lástima que un soldado de sus habilidades

fuera sacrificado en el frente de batalla.

NARCISO

Seré su más fiel servidor. Ordéneme lo que quiera. Le

juro que yo lo haré.

GENERAL

¿Lo que quiera?

Se oye de fondo la música de Vera, de Pink Floyd.

NARCISO

Si algo sale mal, yo asumo la culpa con honor. A

diferencia de tanta gente, yo sí aprendí de mis padres

a ser agradecido. Permítame que le cuente una anécdota.

Usted habrá oído del secuestro del niño Nicolás.

Ocurrió hace casi veintidós años. Mi padre, si usted no

lo sabe, era un teniente al servicio del Coronel

Mallorca. Ambos fueron los primeros en llegar a la finca

en que tenían aprisionado bajo tierra al niño de seis

años. Los secuestradores se entregaron de rodillas al

notar que los teníamos rodeados. Sólo entonces el

Coronel se percató de que el niño Nicolás ya estaba

muerto.

GENERAL

Su padre pagó una condena de quince años por ajusticiar

a esos bandidos.

NARCISO

De doce, por buen comportamiento. El Coronel Mallorca

fue eximido de toda culpa.

El General asiente satisfecho.

GENERAL

A partir de mañana usted, Cabo Narciso, será mi

asistente personal.

NARCISO

¡Cuánto le agradezco!

GENERAL

Comerá y en mi mesa y dormirá en los establos. Junto a

Elías, mi conductor, usted se encargará de los mandados

de mi hacienda.

Se escucha la canción "Music! Music!" de Teresa

Brewer.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 3

Se escucha Berlin 13 Trautonium de Hindemith.

Despacho de psicoanálisis. El General, con IRMA,

la psicóloga, de falda y anteojos con lápiz y bloc

de notas. Armario y biblioteca en los laterales.

GENERAL

Narciso había prestado servicio junto a la embajada en

donde se quemaron los archivos que comprometían al

Doctor Bustamante.

IRMA

El nuevo Presidente de la República está en deuda con

usted, General.

GENERAL

No entiendo, entonces, a qué o a quién espera

Bustamante para nombrarme su Ministro de Guerra.

IRMA

El Presidente no gobierna solo.

GENERAL

Vaya excusa.

IRMA

Debe responder a presiones externas.

GENERAL

¿A quién debe convencer esta vez?

IRMA

¿Lee usted los diarios?

GENERAL

Soy católico, y jamás contraeré segundas nupcias.

IRMA

Hoy publicaron, General, que hacia el mediodía el

Presidente y el Cardenal discutirán sobre la

conveniencia o inconveniencia de designar a un General

célibe.

GENERAL

Divorciado.

IRMA

"Sin esposa", reza la columna literalmente.

GENERAL

Supervisados por prelados y escritores, como en la era

de la inquisición. ¿Conoce un país peor para vivir que

este?

IRMA

La URSS.

GENERAL

Mmm. Si acaso Leningrado.

IRMA

No me refiero el cerco de San Petersburgo. En la URSS

reemplazaron al clero con un gendarme de apellido

Beria, quien ya ha ejecutado a casi medio millón de

ciudadanos

GENERAL

Los soviéticos se merecen nuestros aplausos. Han

resistido la arremetida de Hitler.

IRMA

¿Admira usted a Stalin?

GENERAL

¡Qué importa a quién admire yo! Esos... Disculpe.

IRMA

Regrese al diván, General. Suspire profundamente y

repita conmigo, estoy calmado...

GENERAL

Estoy calmado...

IRMA

Vivimos una era tensa, con espías.

GENERAL

Vivimos una era tensa, con espías...

IRMA

¡Así se habla!

GENERAL

La culpable es mi ex.

IRMA

¿Por qué lo dice?

GENERAL

Cierto día Cecilia amenazó con divorciarse.

IRMA

¿A causa de...?

GENERAL

No tengo ni la menor idea.

IRMA

¡Haga un esfuerzo, General!

GENERAL

Pero, ¿cómo se atreve a...?

IRMA

¡General!

La psicóloga va a un armario y extrae un látigo.

GENERAL

¡No! ¡Doctora Luz! ¡Eso no!

IRMA

¡Tres azotes o terminamos la consulta!

GENERAL

¡Soy un desobediente! ¡Sí! ¡Me lo merezco! ¡Dame, Luz!

¡Dame! ¡Soy un objeto! ¡Necesito que los demás me cosifiquen

para no sentirme culpable! ¡Quiero que me traten tan mal

como yo debo tratar mal a los demás! ¡Soy un cerdo que

va al matadero!

El General solloza y se coloca en cuatro sobre el

tablado, en donde recibe un azote de la psicóloga.

IRMA

Acordamos que, durante mis terapias, quien manda soy

yo.

GENERAL

¡Perdón! ¡Quiero curarme! ¡No quiero volverme loco!

IRMA

¿Quién soy?

Segundo azote.

GENERAL

¡Una defensora de los derechos humanos! ¡Piedad! ¡No

quiero sufrir! ¡Piedad! ¡El soldado más grosero! ¡El amante

de mi mujer! ¡Soy un desdichado!

Tercer azote.

GENERAL

¡Soy un demonio!

IRMA

¡Basta!

El General y la psicóloga se componen y vuelven al

cuadro inicial.

IRMA

¿Causa de la demanda de divorcio de su esposa?

GENERAL

Ya usted sabe que he tenido tres amantes, pero Cecilia

ni tan siquiera lo sospecha.

Irma Luz se levanta y toma un libro de la

biblioteca, el cual entrega al General.

GENERAL

Del Amor entre Esposos.

IRMA

Abra una página al azar y lea.

El General obedece.

GENERAL

"Pero ellos se tornan estúpidos al fiarse de los

engaños de los sentidos, que no son sino velos oscuros

que esconden la verdad."

Irma le quita el libro y lo guarda de vuelta en su

biblioteca.

IRMA

¿Qué le dice dicho texto?

GENERAL

¿Que soy un estúpido por fiarme del sentido de la

vista?

IRMA

Good boy!

GENERAL

La vista es infalible.

IRMA

No es lo que leyó.

GENERAL

Le pregunto, ¿es posible que usted tenga la certeza de

un adulterio sin verlo con sus propios ojos?

IRMA

Hay indicios que nos revelan la verdad más allá de la

vista, General.

GENERAL

¿En serio?

IRMA

Un mensaje inadecuado, un extraño olor, una tardanza

inexcusable...

GENERAL

Para eso se inventaron las excusas.

IRMA

Para menores de treinta años, tal vez, General.

GENERAL

En Colombia sólo valen las pruebas.

IRMA

¿No cree que para una mujer madura la intuición va más

allá de las excusas?

GENERAL

Ustedes los académicos, piensan que los demás somos

menos listos, ¿verdad?

IRMA

Reconstruyamos los hechos desde el principio.

LUCES CAMBIAN.

ESCENA 4

Se oye el leitmotiv de Narciso. Narciso,

uniformado, Rock Around the Clock-Bill de Haley

(1955). Narciso habla de un teléfono público bajo

la lluvia.

NARCISO

¡No es una ascenso, mamá! ¡Pero podré comer hasta

hartarme tres veces al día! ¡No, no voy a engordar!

Cada tres meses nos hacen una prueba física, en la cual

demostramos que soportamos un combate cuerpo a cuerpo.

¿Qué puede decirle el mayor al general? Por una

borrachera no me van a... ¿Mamá?

LUCES CAMBIAN

ESCENA 5

Consultorio de psicología. General, Irma.

IRMA

¿Cuáles eran las habilidades de Narciso que usted tanto

protegía?

GENERAL

Era el cabo más atractivo de toda la guarnición, lo que

despertaba suspicacias entre sus superiores. No sólo lo

salvé del frente, Doctora, sino del acoso que encaraba

todos los días por parte de mayores y coroneles. ¿Me

entiende?

IRMA

Fui educada en la era del lenguaje inclusivo, General.

GENERAL

Olvido que las mujeres ahora son tan conocedoras del

mundo como nosotros.

IRMA

Volvamos al meollo del asunto, General. ¿Se podría

decir que usted protegía la belleza de Narciso?

GENERAL

Si usted quiere ponerlo en esos términos, sí. Pero,

como ya verá, mis preocupaciones eran otras.

IRMA

Tenía la edad de su hijo.

GENERAL

Acordamos....

IRMA

No mencionarlo, cierto. Pero, ¿quiere usted curarse de

sus ataques de ansiedad?

GENERAL

Naturalmente.

IRMA

Un trauma es como una herida. Antes de aplicar la

sanación es necesario conocer los antecedentes del

ataque, para sí determinar qué tejidos y qué nervios

han sido realmente afectados.

GENERAL

De acuerdo. Devolvámonos al año pasado.

IRMA

¿Qué motivó su tragedia?

GENERAL

La culpable fue Gabriela.

IRMA

¿Su nuera?

GENERAL

Acolitaba todas sus quejas y caprichos.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 6

Se escucha "Adoro" de Armando Manzanero. Despacho

del General. El General y ANA, muchacha delgada,

ataviada con joyas que campanean al andar, con un

documento en sus manos.

ANA

¡Esa tal Gaby es una mala influencia sobre Cecilia!

GENERAL

Quizás.

ANA

(Riendo)

No se imagina que tú y yo nos casaremos. Ni que

tendremos un viaje de bodas a Londres y Edimburgo.

¿Cuándo podré anunciar la boda?

GENERAL

Un unos meses. Tan pronto Cecilia me conceda el

divorcio.

ANA

(Mimada)

Ni siquiera se lo has solicitado, Zorro.

GENERAL

No he tenido la oportunidad.

ANA

¿Qué estás esperando? ¿A que alguien le cuente de

nuestro idilio y te arme un escándalo? ¡Me juraste hace

un año que para hoy ya estaría firmado ese divorcio!

¿Hasta cuándo tendré que mentir sobre nuestra relación?

GENERAL

Te repito que...

ANA

¡Esto es un calvario, Zorro! Mis padres están

convencidos de que sólo quieres ayudarme a conseguir un

trabajo como administradora en el batallón.

El General la abraza y toma su rostro entre sus

manos.

GENERAL

¿Y no es cierto?

ANA

¿Sabes lo que harían si se enteran que soy tu moza?

GENERAL

¡Yo te amo, nena!

ANA

No me importa que coquetees a otras mujeres, Zorro,

pero no quiero ser uno de tus grandes amores, quiero

ser tu único amor.

GENERAL

¡Lo eres!

ANA

¡Estoy harta de que me vean entrar y salir de esta

oficina mientras que tú te pavoneas por todas las

fiestas del batallón con Cecilia!

GENERAL

(Riendo)

¡Es mi esposa!

ANA

¿Así que te ríes de mí, Zorro?

GENERAL

Tengo una reunión con los coroneles del batallón en

diez minutos. No tengo tiempo para que discutamos,

nena.

ANA

Nunca tienes tiempo para mí, pero soy yo quien

sacrifica sus mejores años por ti, Zorro. ¿Y qué me has

dado?

GENERAL

El próximo año te escrituraré una casa.

ANA

¿Hasta el otro año? ¡Esto se acabó! ¡Me voy a ver con

mi ex novio hoy mismo!

El General se arrodilla ceremoniosamente, sin

llanto.

GENERAL

¡Perdóname! Te juro que no fue mi intención.

ANA

¡No me jures nada!

Ana rompe el papel en pedazos y sale. Ruido de

puerta que se cierra estrepitosamente.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 7

Se escucha "Adoro" de Armando Manzanero. El

General se levanta, golpea su mano derecha contra

su palma izquierda y, tras un instante de duda,

extrae su revólver y apunta hacia fuera del

escenario.

Suspira. Se sienta y extrae los cartuchos de su

arma. Rueda el tambor y se dispara a la cabeza.

Sonido de clic.

Suena el teléfono. El General contesta y sin

levantarse observa la escena siguiente en

silencio, sin soltar el auricular.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 8

Se oye A Whiter Shade of Pale. Al otro extremo del

escenario, Ana, con lágrimas corriendo por sus

mejillas, habla con GABY, mujer embarazada que

porta un bolso.

GABY

Disculpe...

ANA

Dígame.

GABY

El general, ¿está en su oficina?

ANA

Hable con su secretario.

GABY

Me dijo que estaba en una reunión.

ANA

Como ve, la reunión ya terminó.

GABY

¿Era con usted?

ANA

Si hay algo que no me gusta, Señora...

GABY

Su nombre es Ana, ¿verdad?

ANA

No recuerdo que nos hayan presentado, pero sé que usted

es la esposa del hijo de Zorro.

GABY

¿De quién?

ANA

(Ruborizada)

Del General. ¿Cómo dice que me conoció?

Gaby sonríe irónicamente.

GABY

Los soldados hablan mucho de usted en la base. Si bien

o mal, no he prestado mucha atención.

ANA

Haría bien en no escucharlos.

GABY

¿Por qué?

ANA

Es muy peligroso para ellos murmurar sobre las esposas

y novias de sus superiores.

GABY

¡Ya veo! ¡El sexto mandamiento! No me malinterprete, no

la estoy sermoneando.

ANA

Si cada uno de nosotros examináramos cuáles de los diez

mandamientos hemos cumplido, ninguno aprobaría la

materia. Espero que no crea que soy yo, ahora, quien la

sermonea a usted.

Pausa en que ambas mujeres se miran desafiantes,

valorando sus fuerzas.

GABY

¿Y usted ya tiene novio? Permítame que le ofrezca un

pañuelo.

Gaby extrae de su bolso un pañuelo facial. Ana no

lo acepta.

ANA

¿Acostumbra usted a acosar a la gente así, con

preguntas?

GABY

La unidad familiar es muy importante para un general.

ANA

No voy a discutir con usted porque sé que está

embarazada.

Ana se enfurece y sale sin decir palabra.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 9

Despacho del general.

GENERAL

Está bien. Qué siga.

El General guarda su arma con visible irritación.

Entra Gaby embarazada.

GABY

¡Buenas tardes, Padre!

GENERAL

No soy su papá, señora Graciela.

GABY

Seré la madre de su nieto. Sé que no debo entrar

intempestivamente, pero... ¿Quién era la muchacha que

salió de aquí?

GENERAL

Una civil que no obtuvo el puesto de trabajo que

quería. (Pausa) ¿Cómo está mi hijo?

GABY

Luis está en cama. Muy enfermo desde qué leyó los

papeles que usted quiere que él firme.

GENERAL

Siempre fue débil y nervioso.

GABY

No debería hablar así de su propio hijo.

GENERAL

Deshonra la herencia de su padre.

GABY

Cambiar de profesión no es una deshonra. ¿Por qué no

imprime sus poemas?

GENERAL

Yo a Luis le dije muy claro que no quiero saber más de

su arte.

GABY

¿Lo intimida?

GENERAL

Habla mal de su familia. Espere a que escriba de usted

y comprenderá lo que le digo.

GABY

No es cierto.

GENERAL

¿No escribió que era hijo de Polifemo?

GABY

¿Y quién es Polifemo?

GENERAL

Un tuerto.

GABY

Un monstruo fantástico, imaginario.

GENERAL

Un cíclope.

GABY

Lo que es muy diferente. Es una metáfora, una figura en

la que...

GENERAL

También estudié lo que es una metáfora, Señora

Gabriela, es sólo que no malgasto mi tiempo hablando de

poesía.

GABY

¿No sabe usted que la gente sensible es la más honesta?

GENERAL

¿A qué vino?

GABY

A saludarlo.

GENERAL

¿Algo más?

GABY

Ya que lo dice, quisiera pedirle que no obligue a su

hijo a participar de sus desfalcos.

GENERAL

No sé de qué me habla, pero créame que ya me estoy

ofendiendo.

GABY

Responsable de contratos por cuatro mil millones de

pesos. Sabe que Luchito es un hombre honrado. Si la

contraloría llegara a examinar las cuentas de...

GENERAL

No lo harán.

GABY

¿Por qué está tan seguro?

GENERAL

Dígale que todo hijo debe honrar el cuarto mandamiento.

GABY

¿Así que es Dios quien le ordena desfalcar? ¿No sé da

cuenta que lo está arrastrando a su propia tumba?

Gaby controla su ira o llanto y sale.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 10

Suena la canción "Paisaje", por Vicentico.

Sala de la casa del General, con mesitas, sofás,

cuadros, parlantes y al fondo un gran ventanal que

conduce a una piscina. Sonido de cerámica

quebrada. CECILIA, mujer diez años más joven que

el General Cuevas, mira horrorizada, con sus

palmas juntas, los trozos de lo que fue un jarrón

de la dinastía Ming.

Entra LUIS, joven de 23 años de mirada insegura.

LUIS

¿Qué hiciste mamá?

CECILIA

Ando tan nerviosa que...

LUIS

Papá lo compró por tres mil dólares en Macao.

CECILIA

¡Le dije a Eustaquio que este jarrón era demasiado

grande para esta sala! ¡Dios! ¡Me va a matar!

LUIS

¡No, mamá! ¡Yo no lo permitiré!

CECILIA

¡Ni si te ocurra confrontar a tu padre

LUIS

No lo haré, mamá, pero...

CECILIA

El General podrá tener muchos defectos, pero es tu

padre, a él le debes la vida. No sabes los sacrificios

que ha hecho para que tu vivas.

LUIS

Yo sólo...

CECILIA

Recuerda lo que le pasó al joven de Capitanejo que

desafiaba a su taita en público.

LUIS

Lo tengo grabado en la memoria, mamá.

CECILIA

Un día salió a la plaza y un rayo hizo de él una masa

chamuscada.

LUIS

No voy a darle más negativas.

CECILIA

¿No iras a..? No, eso no, Luchito. Si él hizo algo mal

él mismo debe... ¡Ya sé! Diremos que fue un accidente,

que dejé abierta la ventana y que una ráfaga de viento

tumbó el jarrón al suelo.

LUIS

Papá no te creerá mamá.

CECILIA

Pero...

LUIS

Si firmo apenas reparará en lo ocurrido.

Entra Gaby y deja una bolsa de papel con verduras

que sobresalen sobre la mesa comedor.

GABY

¡Jesús, María y José! ¿Qué pasó?

CECILIA

¿No es obvio, mi querida Gaby?

GABY

¿Quién lo rompió?

CECILIA

Una ráfaga de viento.

Gaby carcajea histérica.

GABY

¿Fuiste tú, mi vida?

LUIS

No, Gaby.

GABY

Si fue usted Doña Cecilia, será mejor que trabajemos en

una mejor excusa.

LUIS

¿No es Gaby una gran esposa, mamá? Desde que la conozco

maneja los conflictos mejor que nadie.

CECILIA

Llamaré a Eustaquio.

LUIS

¡No!

CECILIA

A él, lo que más le enfurece, es que uno no lo

obedezca.

GABY

¿Eso dice?

LUIS

Especialmente cuando llega ebrio.

GABY

Si lo que más le enfurece es que no lo obedezcan es

porque nos ve a todos como esclavos.

LUIS

¿Y eso te sorprende?

GABY

¡Desde luego!

LUIS

¿Cómo verías a los demás si tú fueras un General?

CECILIA

Prefiero que me grite al teléfono a que...

LUIS

¿A qué te lastime? ¡No!

GABY

Tu madre es una mujer adulta, Luis.

LUIS

¿No entiendes? La última vez estuvo en urgencias en el

hospital. ¡Y todo porqué sirvió los huevos fritos

demasiado crudos!

Cecilia toma el teléfono y marca.

GABY

Su decisión es apresurada, Doña Cecilia.

Cecilia consulta su reloj.

CECILIA

¡No tengo tiempo! ¡En diez minutos Eustaquio sale del

batallón!

LUIS

¡Hablaré con él!

GABY

Podemos culpar a Botica.

LUIS

¿Qué?

GABY

Es su perrita preferida. No le hará daño.

CECILIA

Usted no lo conoce.

GABY

No le hará daño.

CECILIA

Hace un tiempo, tendría Luis unos tres años, tuvimos un

perro llamado Goliat. Yo estaba cocinando cuando oí

ladridos y un grito de Eustaquio. Tal vez estaban

jugando, tal vez Goliat se defendió de una caricia

inapropiado. No valieron mis ruegos ni los de Luchito.

Eustaquio trajo otro perro del batallón esa misma

tarde.

GABY

¿Y Goliat?

CECILIA

Lo encerró en un pozo y nos prohibió darle de comer.

Tras varios días descubrió que le arrojábamos comida en

las noches. Entonces inundó aquel hoyo y lo ahogó.

GABY

(Santiguándose)

¡Santa María purísima!

Cecilia marca de nuevo.

CECILIA

¡Eustaquio! ¡Hay algo que quiero decirte! Sí,

¿recuerdas el jarrón de la dinastía china que compraste

el año pasado? Se rompió esta tarde. No, desde luego

que no se rompió solo. Yo... yo...

Cecilia estalla en llanto. Luis avanza y toma el

auricular.

LUIS

¡Papá! No quiero más problemas con usted. Sí...

Gaby se arroja sobre sus brazos sollozando.

GABY

¡No lo hagas!

LUIS

¡Déjame! ¡Déjame por una vez decidir mi vida!

Luis sale intempestivamente.

GABY

¿Por qué los hombres son tan tercos?

CECILIA

Luis es un buen hombre. Hay que saber llevarlo.

GABY

¿Así como usted ha llevado al General?

CECILIA

No hay punto de comparación.

Gaby grita y cae al suelo emitiendo gemidos de

dolor, prensando su vientre.

CECILIA

Pero, ¿qué le pasa?

GABY

¡Me duele! ¡Me duele!

CECILIA

¿El bebé? ¡Luis! ¡Socorro!

Cecilia sale.

Sangre brota de las ropas de Gaby. Sus manos se

manchan de sangre. Gaby grita desamparada.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 11

Mismo sitio. Cecilia, sentada ante un escritorio,

rompe un fajo de cartas. Luis, ojeroso, entra en

traje de luto.

LUIS

¿Son esas las cartas de amor de mi papá?

Cecilia las guarda rápidamente en un cajón.

CECILIA

Creí que estarías en la clínica. ¿Cómo está Gaby?

LUIS

Sé que papá te ha pedido el divorcio.

CECILIA

¿Y por qué vistes así?

LUIS

Estoy de luto.

CECILIA

¡Hijo mío!

Cecilia se levanta y lo abraza.

LUIS

¿Crees que quiera dejarnos por esa moza que tiene?

CECILIA

Antes de tenerte perdí cinco bebés.

LUIS

No lo sabía.

CECILIA

Ustedes son muy jóvenes. Pueden intentarlo de nuevo en

un año o dos. La ciencia está muy avanzada.

LUIS

Le arrancaron la matriz.

CECILIA

¡Oh! No pensé que...

LUIS

Y todo por mi culpa.

CECILIA

No hay que buscar culpables. Solo Dios sabe...

LUIS

No lo invoques.

CECILIA

Pero...

LUIS

Ya no creo en Él. O, si existe, se olvidó de mí, como

se olvidó de Babilonia, de Sodoma, de Cartago...

CECILIA

Declámame ese poema sobre Cartago.

Cecilia se dirige al equipo de sonido y pone el

himno de coronación de Zadok el sacerdote, de

George Friedrich Händel.

LUIS

No es tiempo para...

CECILIA

Tu padre no está.

LUIS

Canto al imperio llamado Cartago, desde las playas de

África hasta el confín Mediterráneo, los Romanos les

disputaron Sicilia, y en batallas épicas aprendieron a

circunnavegar mares e imperios. Amílcar, Aníbal,

Asdrúbal, generales que derrotaron a bárbaros y

mercenarios siglos antes del perdón. En las páginas de

Polibio, todas las revoluciones, todos los

descontentos, todas las atrocidades, madres

sacrificando a sus hijos, hijos asesinando a sus

padres, hasta que la crucifixión que un Mesías eligió

engendró la compasión. Y esos excesos, hijos de Moloch,

como los mayas y aztecas, encomendados a las deidades

de la guerra y la traición, caerán ante la certeza de

futuros reinos sin lodo, lejos de la mentira con las

que las arenas del tiempo nos corroen.

CECILIA

Es un poema muy lindo, hijo. Lleno de esperanza, de fe

en Dios.

LUIS

Lo escribí cuando tenía quince años, mamá. Entonces

quería morir e ir al cielo, como San Luis Gonzaga, mi

tocayo.

Cecilia apaga el equipo de sonido.

CECILIA

El problema es que tu padre y yo te hemos protegido

demasiado. Nunca terminaste tus estudios. Tu casa, tu

auto, tus viajes, tu boda, todo te lo hemos dado.

LUIS

Nunca lo pedí, mamá; el problema de las propiedades es

que hay que cuidar de ellas constantemente.

CECILIA

Nunca las rechazaste.

LUIS

Soy un subproducto inútil de una generación cruel, ya

lo sé.

CECILIA

¡No lo eres!

LUIS

Debería ser como uno de los tantos inconformes que mi

papá combate.

CECILIA

¿Cómo es que al primer problema que tienes en la vida

te hundes como si te hubiéramos criado entre arenas

movedizas? ¡Sufrir es también parte de la vida,

Luchito!

LUIS

¡Soy Luis, mamá! ¡Ya tengo 23 años mamá!

LUCES CAMBIAN

ESCENA 12

Mismo sitio. Luis, con un periódico en la mano,

conversa por teléfono. Gaby, ya repuesta lo

observa con los brazos cruzados.

LUIS

Firmé los documentos hace cuatro meses porque quería

que el ejército tuviera los mejores proveedores.

Necesitaban la firma de un civil y yo me ofrecí. ¡Eso

no es ningún delito, Doctor! Los cuatro mil millones de

pesos están en la cuenta de un cuñado... ¡Yo no tengo

relación directa con él! ¿Por qué me persigue si

siempre he sido un hombre bueno?

Luis cuelga.

GABY

No te preocupes.

LUIS

¡Tengo razones para preocuparme! ¡Si no voy a la

audiencia de mañana me arrestan!

GABY

El dinero no está ni en tus cuentas bancarias ni en las

de tu padre.

LUIS

¡Ya saben que está en una cuenta de tu hermano!

GABY

Era la decisión más sabia. Joaquín es un empresario de

renombre en las islas Caimán.

LUIS

¡Lo mejor sería no haber tocado ese dinero! ¿No lo ves?

La prensa británica publicó esta mañana mi nombre y el

de Joaquín en representación de la corrupción en

Colombia.

GABY

En este país la mayoría no lee inglés. Diles

simplemente que Joaquín no es pariente tuyo.

LUIS

Son quince años de cárcel.

GABY

Negociaremos casa por cárcel.

LUIS

Mis amigos ya no me devuelven las llamadas. Estoy

arruinado.

GABY

Fuiste tú quien decidió firmar.

LUIS

Devolveremos el dinero.

GABY

Ya no vale la pena.

LUIS

¿Cómo?

GABY

Pueden ser quince años de confort, en una hacienda con

piscina. Nos dedicaremos a leer y ver televisión.

LUIS

Ya he leído demasiado. ¡Necesito salir de vez en cuando

con mis amigos!

GABY

¿A qué? ¿A intoxicarte para luego ir a los burdeles y

llegar a la casa enguayabado al día siguiente?

LUIS

No es cierto...

GABY

Soy paciente, pero no soy tonta.

LUIS

Pero, como... Nunca me habías hablado así, Gaby. ¡Me

has usado! ¡Todos me han usado! ¡Voy a llamar a Joaquín

ya!

GABY

¡No te devolverá un solo peso!

LUIS

¡Me has engañado!

GABY

Sin ese dinero no sobreviviremos. Nadie nos va a

emplear después de este escándalo.

Luis se toma la cabeza entre sus manos.

LUIS

¡Ah!

Luis sale corriendo del escenario. Se escucha un

grito que se aleja y un golpe seco.

Gaby reacciona saliendo por un lateral y corriendo

el escenario hacia el lateral opuesto con sus

brazos crispados.

GABY

¡Luis! ¡Se mató! ¡Luis se mató!

LUCES CAMBIAN

ESCENA 13

Consultorio de psicoanálisis. General, Irma.

GENERAL

Nunca lo creí tan impaciente, ni tan frágil.

IRMA

¿Se siente culpable?

GENERAL

Sí, fui, en gran parte, quien llevó a mi hijo a la

tumba. Todos los días de mi vida lo lamentaré. Y si hay

otra vida, arderé en el infierno como castigo. Es el

costo de creer que todos podían ser tan ambiciosos como

yo.

IRMA

Quienes poseen dinero, poder o fama son quienes más

sufren, cierto. Igual, usted ha sobrevivido.

GENERAL

No soy de los que se derrumban fácilmente.

IRMA

¿Por qué invitó a Narciso a su casa?

GENERAL

Me recordaba a mi difunto hijo.

IRMA

Eso fue lo que usted le dijo a su esposa.

GENERAL

Cecilia se tornó muy huraña con su muerte.

LUCES CAMBIAN

ESCENA 14

Despacho del General, quien lee un documento.

Entra Gaby en traje de luto.

GENERAL

Lamento lo ocurrido. Si Luis me hubiera escuchado...

GABY

No vine a culparlo.

GENERAL

Supongo que fue por la pérdida del bebé.

GABY

Nosotros creemos en la eternidad, General.

GENERAL

Ya.

GABY

Fue el Señor quien decidió cuidar de nuestro bebé,

lejos de este mundo de embustes y confabulaciones.

GENERAL

¿Vino a culparme?

GABY

Sólo Dios sabe.

GENERAL

Luis habría salido libre del proceso en su contra.

GABY

¿Por falsificación de documentos?

GENERAL

El fiscal no tenía testigos en su contra.

GABY

¡Luis siempre fue honesto!

GENERAL

¿Y usted?

GABY

¡Fue la vergüenza de aparecer en la prensa como un vil

ladrón!

GENERAL

¡Usted le infundió temores!

GABY

¡No podía soportar que sus amigos le hicieran preguntas

capciosas! ¡No podía soportar las miradas de desprecio

de sus amigos y vecinos por un desfalco que no hizo!

GENERAL

¡Pero no rechazó el auto que le regalé!

GABY

¡Era un regalo!

GENERAL

¡Juzgando sus propios intereses! ¡Y qué delicado! ¡Lo

calumniaron y se lanzó desde un décimo quinto piso por

eso!

GABY

¡Sí! ¡Sí! ¡Es la verdad!

GENERAL

¡No me va usted a hacer sentir culpable con esos

comentarios, Gaby! ¡Fue usted misma la que propuso a su

hermano como mediador de esa transacción! ¡Yo duermo

con mi conciencia tranquila!

GABY

Me merezco, al menos, la mitad.

GENERAL

Acordamos otro porcentaje.

GABY

Sin Luis, yo...

GENERAL

Por su devoción a mi difunto hijo, aunque usted y yo ya

no tengamos nada en común, le daré el 40%...

GABY

Con su permiso, mi General.

Gaby se aleja.

GENERAL

¡Maldita sea!

El General cae de rodillas y llora como un niño.

GENERAL

¡Luis! ¡Hijo mío! ¡Mi pequeño Luis!

LUCES CAMBIAN

ESCENA 15

El General entra a la cocina de su casa, en donde

Cecilia cocina.

GENERAL

¿Y a qué se debe esa cara agria?

CECILIA

Es un milagro verte dos días seguidos en casa.

GENERAL

Mis ocupaciones no me permiten estar contigo tanto como

yo quisiera.

CECILIA

¡Seis meses de luto encerrada, sola, en la cima de esta

montaña! Y tú, mientras tanto, codeándote con las

adolescentes del batallón.

GENERAL

¡Comienza la perorata!

CECILIA

¿No es cierto que bailaste con la Señorita Ana García

durante su velada de presentación en sociedad?

GENERAL

¡Lo hice por protocolo!

CECILIA

¡Habían otras 39 doncellas! ¡No bailaste con nadie más!

GENERAL

¡Infamias! ¡Con la flaca Ana García! ¡No es mi tipo de

mujer!

CECILIA

¡Y ya me informaron que no te separaste de esa relajada

hasta el amanecer! ¡Y no es la primera vez!

GENERAL

¿Quién? ¡Necesito su nombre!

CECILIA

¡Gente que se preocupa por mí!

GENERAL

¡Enemigos que quieren verme divorciado!

CECILIA

¡Porque saben que te lo mereces!

GENERAL

¡Soy fiel!

CECILIA

Te crees muy astuto, ¿verdad?

GENERAL

¡Dios es mi testigo!

CECILIA

Otros generales duermen con sus esposas todos los días.

GENERAL

Soy un hombre que trabaja incansablemente por los

suyos.

CECILIA

(Murmurando para sí misma)

Quiero que lo escuches bien claro. A mí no me vas a

usar como a Luchito. ¡Estoy harta de tus

manipulaciones! ¡Por más amoríos que sostengas, no voy

a hacer lo que esperas que haga! ¡Jamás me divorciaré!

¡Tendrías que matarme! Sinvergüenza...

El General se saca la correa de su pantalón y la

toma del cabello.

GENERAL

¿Cómo es que me llamas?

CECILIA

(Temerosa)

Un marido ejemplar. ¡No! ¡Ah!

GENERAL

¡Así se castiga a una mujer que mortifica a su marido

cada vez que viene!

El general le propina varios azotes.

CECILIA

¡Piedad! ¡No diré nada más!

GENERAL

¿No vas a firmar los papeles del divorcio? ¿No vas a

obedecer a tu marido?

CECILIA

¡Antes tendrás que enviarme al infierno!

El general la azota.

CECILIA

¡Piedad!

LUCES CAMBIAN


 
 
 

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