La abducción, el juicio metafísico humano que la AI jamás generará
- Consultorías Stanley
- 14 dic 2023
- 15 Min. de lectura
Actualizado: 11 mar

For logic is, in the main, criticism of reasoning as good or bad
Charles Sanders Peirce
En una página de una novela de Isaac Asimov, dos personajes discuten los peligros de la inteligencia artificial; el defensor de los robots arguye que ningún computador podrá generar ideas, por cuanto, si bien éste posee las leyes de la lógica, carece de razón, que es lo propio y característico del hombre.
Durante años reflexioné sobre este pasaje, que invalidaría no sólo las series de ciencia ficción sobre máquinas que cavilan y que, no en pocas ocasiones, se rebelan contra la tiranía de sus amos, los hombres, sino así mismo sobre los fundamentos de la racionalidad occidental.
Siempre había tenido la impresión, desde mi lectura de la obra de Kant, que nuestro universo se regía primordialmente por la lógica geométrico-matemática, cara a la educación moderna, en detrimento de lo que sería propiamente la razón, entendiendo ésta no en el sentido Kantiano de sintetizar la percepción, sino como una facultad reguladora, capaz de sintetizar a la vez diversas lógicas que incluían la sensibilidad, la imaginación y la sensualidad. Para dar un ejemplo, citaré dos versos sublimes de Shakespeare que cantan a Julio César:
¡Oh, esa, esa tierra, que mantuvo al mundo sin aliento
Rellena un muro que detiene el flujo del invierno!
Una lectura textual despojaría a estos versos de su belleza, cuando no de su misterio. Que Julio César se haya vuelto polvo es bastante plausible, pero que dicho polvo sea parte de una construcción es una hipótesis más que improbable. Shakespeare, sin embargo, deja volar su imaginación, tal y como lo confiesa Hamlet, para demostrar:
¡A qué bajos usos debemos retornar, Horacio!
En cierta ocasión leí los versos a un físico, quien sin consideración hacia su musicalidad o sus dejos de inquietud metafísica los consideró simple y lógicamente exagerados; su razonamiento, desde luego, era el de un hombre que ha aprendido a delimitar su razón en los confines del pensamiento matemático, geométrico o experimental, esto es en los confines de los razonamientos deductivos o inductivos.
Fue tiempo después, leyendo The Collected Papers de Peirce, que descubrí como el filósofo estadounidense se esmeró, a lo largo de su vida, por consolidar el concepto de abducción, cuya concepción él mismo remonta a los Analíticos Anteriores de Aristóteles.
“Hay en la ciencia tres tipos fundamentales de razonamiento: Deducción (llamado por Aristóteles {synagögé} o {anagögé}), Inducción (Según Aristóteles y Platón {epagögé}) y Retroducción (según Aristóteles {apagögé}, pero malentendido en razón del texto corrupto, y como tal traducido usualmente como abducción”
Peirce intentó denominar a este razonamiento presunción o simplemente hipótesis, pero acabó aceptando el término de abducción en razón de su unicidad.
La abducción es, en sus palabras,
“… el proceso de formar hipótesis explicativas. Es la única operación lógica que introduce una nueva idea, pues la inducción no hace nada sino determinar un valor, en tanto que una deducción desarrolla meramente las consecuencias necesarias de una hipótesis pura. La deducción prueba que algo debe ser; la inducción muestra que algo es de hecho, operativo. La abducción sugiere sencillamente que algo es…”
Peirce hace hincapié en el valor pragmático de la abducción, presente en toda empresa del conocimiento humano:
“Por ejemplo, en una determinada etapa del eterno ejemplo de razonamiento científico de Kepler, descubrió que las longitudes observadas de Marte, al que durante mucho tiempo había intentado en vano dotarle de una órbita, estaban (dentro de los posibles límites de error de las observaciones), como serían si Marte se moviera en una elipse. Los hechos eran, pues, hasta cierto punto, parecidos a los del movimiento en una órbita elíptica. Kepler no concluyó de esto que la órbita fuera realmente una elipse; pero le inclinó tanto a esa idea que le decidió a emprender la tarea de comprobar si las predicciones virtuales sobre las latitudes y paralajes basadas en esta hipótesis serían verificadas o no. Esta adopción probatoria de la hipótesis fue una abducción. Una abducción es originaria en el sentido de ser el único tipo de argumento que inicia una nueva idea ”.
Peirce invalida el presupuesto positivista de que ninguna hipótesis puede ser admitida, incluso como hipótesis si su verdad o falsedad no puede ser directamente percibida ; su argumento es que dicha posición no puede ser consistentemente sostenida, por cuanto se refuta a sí misma, siendo ella misma una opinión que refiere a algo más de lo que se da en el campo de la percepción momentánea.
La abducción es una conjetura que se adelanta entre un universo de posibles conjeturas. Lo que sorprende a Peirce es el hecho de que siendo una adivinanza, acabe constituyendo una verdad:
“Aunque el hombre haya adquirido esta facultad de adivinar las leyes de la naturaleza, no ha sido ciertamente mediante una lógica autocontrolada y crítica”.
Más adelante, Peirce se pregunta por las razones mediante las cuales el hombre puede seguir procesos de inferencia lógica, esto es, razonamientos abductivos e inductivos, sin encontrar una respuesta probable lógica-inductiva:
“Según Kant, el problema central de la filosofía es `¿Cómo pueden ser posibles los juicios sintéticos a priori?` Pero anterior a esto surge la pregunta ¿cómo son posibles los juicios sintéticos en general? y más aún, ¿cómo es acaso posible el razonamiento sintético? Cuando la respuesta a este problema general sea obtenida, la solución al problema particular será comparativamente simple. Este es el candado sobre la puerta de la filosofía (Peirce, 348) ”
La respuesta, según Peirce, es que no podemos aseverar que todas las inducciones son verdaderas, sino que a la larga se aproximan a la verdad:
“De esto se desprende que no podemos decir que la generalidad de las inducciones sea verdadera, sino sólo que a la larga se aproximan a la verdad. Ésta es la verdad de la afirmación de que la universalidad de una inferencia por inducción es sólo el análogo de la verdadera universalidad. Por lo tanto, tampoco se puede decir que sepamos que una conclusión inductiva es verdadera, por muy vagamente que la enunciamos; sólo sabemos que al aceptar conclusiones inductivas, a la larga nuestros errores se equilibran entre sí. De hecho, las compañías de seguros proceden por inducción; -- no saben qué pasará con tal o cual asegurado; sólo saben que estarán seguros a largo plazo “.
Dicho postulado cuestiona las bases de la epistemología occidental; en efecto, Peirce demuestra que todo proceso abductivo sometido a la inducción no tiene garantía de ser verdadero, sólo aproximadamente verdadero, tal es el caso de la tesis de Galileo de que la tierra gira alrededor del sol, que hoy validamos, si bien un físico lo consideraría incorrecto, por cuanto el sol gira a su vez alrededor de la tierra, si bien casi imperceptiblemente.
La aproximación a la verdad no deja, por otra parte, de revelar un carácter igualmente inaceptable desde el punto de vista de la lógica tradicional. Peirce conjetura por lo tanto, que la abducción es una fuerza instintiva en el hombre:
“Me parece que la declaración más clara que podemos hacer de esta situación lógica, la más libre de impurezas cuestionables-, es decir que el hombre tiene cierto discernimiento, no tan fuerte como para que sea más a menudo cierto que incorrecto, pero lo suficientemente fuerte para que no sea abrumadoramente más a menudo erróneo que correcto (…) Esta facultad es al mismo tiempo de la naturaleza general del instinto, asemejándose a los instintos de los animales en que supera los poderes generales de nuestra razón y en que nos dirige como si estuviésemos en posesión de hechos que están en todo sentido más allá del alcance de nuestros sentidos. Se asemeja al instinto también en su escasa responsabilidad ante el error, pues aunque conduce más a menudo al error que a lo correcto es desde todo punto de vista la cosa más maravillosa en nuestra constitución ”.
Como lógico, no obstante, Peirce no puede aceptar que la respuesta al problema fundamental de la filosofía sea el instinto, y si bien es cierto que su gran descubrimiento fue el de relacionar el origen de todo conocimiento en los razonamientos abductivos, su mayor empresa fue la de conciliar la lógica con dicho predicado. Dicha empresa lo llevó a cuestionar a menudo los alcances de la lógica, llegando a vislumbrar en cierta ocasión, como el personaje de Asimov, su diferencia con la razón:
“Si usted pregunta a un investigador por qué no trata esta o aquella teoría dislocada, él dirá: `no me parece razonable`. Es curioso que raramente usemos esta palabra en el mundo en donde la lógica estricta de nuestro procedimiento salta claramente a la vista. No decimos que un error matemático no es razonable. Denominamos una opinión razonable aquella cuyo respaldo principal sea el instinto ”.
Este pasaje es importante por dos razones: en primer lugar distingue la lógica matemática de cierto tipo de conocimiento que Peirce considera, desafortunadamente en mi opinión, instintivo; en segundo lugar instaura la razón, a partir del lenguaje popular, como una facultad reguladora ajena al proceso deductivo propio a la matemática y la geometría.
Si el concepto de la abducción no ha sido del todo implementado por los lógicos, esto se debe a que Peirce se vio obligado a renunciar a la filosofía kantiana para alcanzar su cometido. Sus reticencias respecto a la “Kritik der reinen Vernunft”, ese pilar del pensamiento occidental, se evidencia en los pasajes en los cuales Peirce acusa a Kant de falta de rigor lógico. Peirce cuestiona, por ejemplo, el valor supremo que Kant da al sentido, sin caer en cuenta de que el sentido no es otra cosa que un postulado abstracto. Pero el afán de Peirce no era el de destruir, sino el de corregir . Me atrevo a conjeturar que su mayor tragedia fue la de esforzarse por validar un postulado que invalida la lógica, o que la descubre como impostora de la razón. Su descripción del razonamiento abductivo es de hecho la misma descripción de su odisea personal:
“Si vamos a aprender algo o a entender un fenómeno en algo, debemos hacerlo mediante la abducción. Hasta donde lo he podido descubrir, no hay razón alguna que pueda explicarlo; y no hay razón que sea necesaria, ya que apenas nos ofrece sugerencias. Un hombre puede estar demente de pies a cabeza para negar que la ciencia ha hecho muchos descubrimientos verdaderos, Pero cada tema específico de teoría científica que se sostiene hoy día ha sido por causa de la abducción. Pero ¿cómo puede ser que esta verdad ha sido iluminada o un proceso en el cual no hay compulsión como tampoco tendencia hacia la compulsión? ¿Ocurre por casualidad?
La metafísica tal vez le haya dado algunas respuestas. Porque si aplicamos esas probabilidades a la supervivencia también deberíamos maravillarnos de que todavía estemos vivos en un universo que siempre ha estado al borde de la destrucción.
“Considere la multitud de teorías que podrían haberse sugerido. Un físico descubre un nuevo fenómeno en su laboratorio (…) Piense en los trillones de trillones de hipótesis que pude haber hecho de las cuales sólo una es la verdadera; y aun así, luego de dos, tres, o en el mayor caso doce adivinanzas, el físico da bastante cerca con la hipótesis correcta. Por azar él no hubiera sido capaz de hacerlo en el tiempo que ha transcurrido desde que la tierra se solidificó (…) Dirás que la evolución da la razón del caso; no dudo que lo haga, pero en cuanto a explicar la evolución por azar, no ha habido tiempo suficiente ”.
La abducción surge, por lo tanto, no sólo como la llave al conocimiento verificable a través de la experiencia, sino así mismo al conocimiento no-verificable, es decir al conocimiento propio de la imaginación poética y metafísica, aquel que surge ante nosotros, según palabras de Peirce, como un destello , y que Kant desdeñase como “un vuelo de la razón”.
Las abducciones son los juicios metafísicos
Un juicio sintético kantiano es aquel en el que el predicado no está incluido en el concepto del sujeto. Es decir, un juicio sintético amplía nuestro conocimiento, ya que nos proporciona nueva información sobre el sujeto.
La inducción es un razonamiento que parte de la observación de casos particulares para llegar a una conclusión general. Por ejemplo, si observamos que todos los cisnes son blancos, podemos inducir que todos los cisnes son blancos.
La deducción es un razonamiento que parte de una premisa general para llegar a una conclusión particular. Por ejemplo, si sabemos que todos los mamíferos son vertebrados, y que todos los perros son mamíferos, podemos deducir que todos los perros son vertebrados.
En ambos casos, el predicado está incluido en el concepto del sujeto. En el caso de la inducción, el predicado es "blanco", que está incluido en el concepto de "cisne". En el caso de la deducción, el predicado es "vertebrado", que está incluido en el concepto de "mamífero".
Por lo tanto, un juicio sintético kantiano no puede explicarse ni mediante inducción ni mediante deducción. La inducción y la deducción son razonamientos basados en la experiencia, y el predicado de un juicio sintético kantiano no se basa en la experiencia.
Por ejemplo, el juicio sintético kantiano "todo lo que sucede tiene una causa" no se puede explicar ni mediante inducción ni mediante deducción. Desde la inducción, no podemos llegar a esta conclusión, ya que no podemos observar todos los eventos que han ocurrido o ocurrirán. Desde la deducción, tampoco podemos llegar a esta conclusión, ya que el predicado "tiene una causa" no está incluido en el concepto de "ocurre".
Las abducciones son juicios metafísicos exclusivamente humanos, aquellos que la inteligencia artificial nunca podrá comprender debido a su naturaleza no espiritual. Engloban una forma de razonamiento que permite saltos imaginativos, intuición y síntesis creativa de información diversa. Una abducción es útil como herramienta de investigación, pero no necesariamente veraz para lo fenomenal. Está sujeta a ser falsificada por su propia concepción. Copérnico, por ejemplo, propuso un modelo heliocéntrico en el que el sol estaba en el centro del universo. Si bien este modelo mejoró significativamente las predicciones astronómicas y proporcionó una explicación más elegante para los movimientos celestiales observados, no fue totalmente preciso en cuanto a que el sol fuera el centro preciso del universo, como revelaron posteriores avances científicos.
Las abducciones implican un razonamiento que va más allá de la evidencia empírica inmediata y explora posibilidades o explicaciones más allá del mundo físico o la experiencia sensorial inmediata. Las abducciones pueden abarcar un alcance más amplio, posiblemente adentrándose en el ámbito del razonamiento metafísico o especulativo.
Por tanto, paradójicamente, mientras que el positivismo ha condenado nuestra investigación metafísica sobre la inmortalidad, el más allá, la vida después de la muerte, Dios, el alma y la razón de ser del universo, ha cerrado los ojos con connivencia a los juicios abductivos en el campo de la ciencia, aquellos que demuestran ser la matriz de las hipótesis que desencadenan la tecnología y la ciencia, la civilización y el progreso.
El abandono o ausencia de debate sobre las abducciones metafísicas es la causa de su condena y rechazo, generando un vacío que los dogmas y la religión han llenado sin resistencia. ¿No es esa la causa de todos los problemas actuales en el mundo?
La renuncia insensata al debate metafísico es también la causa de la falta de debate teológico. Durante las últimas semanas, por ejemplo, he demostrado a intelectuales aletargados el dogma religioso que justifica el terrorismo de Hamás contra Israel. Cada uno se sorprenden al encontrarse con un único intelectual en el mundo que refuta cada una de sus suposiciones dogmáticas. Fui confrontado incluso con un imán, quien se fue rápidamente al comprobar mi amplio conocimiento de El Corán.
El temor a generar y debatir abducciones metafísicas es, finalmente, la causa del caos ético. La prueba de ello es que la humanidad no ha logrado avanzar más allá de las disputas, las guerras y las mentiras que afligen al mundo desde que Caín asesinó a Abel. ¿Espera! ¿Estás citando un mito? Ciertamente, pues todos los mitos no son más que abducciones.
Debate con ChatGPT 3.5 sobre "Abducción, el juicio metafísico que la IA jamás generará"
Hugo
Podemos decir que las abducciones son juicios metafísicos humanos, aquellos que la IA nunca podrá comprender debido a su naturaleza no espiritual.
ChatGPT
La abducción, como forma de inferencia o razonamiento, implica la generación de hipótesis o explicaciones basadas en evidencia u observaciones disponibles. Aunque involucra procesos de razonamiento humano, no necesariamente tiene que ser inherentemente espiritual o metafísica en su naturaleza...
Hugo
La abducción no requiere observación necesariamente.
ChatGPT
Tienes razón; la abducción no depende estrictamente de la observación directa o la evidencia empírica. Si bien la observación o la evidencia disponible a menudo juegan un papel importante en el razonamiento abductivo, no siempre requiere datos empíricos directos.
La abducción implica formar hipótesis o explicaciones que se ajusten mejor a la evidencia disponible u observaciones.
Hugo
Las abducciones son intuiciones puras, vuelos de imaginación que, por razones espirituales explicadas por C. Jung, son correctas...
ChatGPT
Si bien aspectos de la intuición, la imaginación y los procesos subconscientes pueden influir en el razonamiento humano, incluido el razonamiento abductivo, el concepto de abducción se centra principalmente en formar explicaciones plausibles o hipótesis basadas en la evidencia disponible o fenómenos observados.
Hugo
El problema es que te enseñan a negar lo espiritual, pero si aplicas datos estadísticos a la producción de abducciones verás que son matemáticamente imposibles, como señala Peirce.
ChatGPT
Un aspecto clave de la perspectiva de Peirce es su crítica al positivismo estricto, que argumenta en contra de admitir hipótesis a menos que su verdad o falsedad pueda ser percibida directamente. Peirce argumenta que esta posición se socava a sí misma porque se refiere a algo más allá de la percepción inmediata. La abducción, como forma de conjetura o conjetura, comienza como una hipótesis entre muchas posibles conjeturas e, interesantemente, puede resultar ser verdadera.
Hugo
Eso confirma mi punto anterior.
ChatGPT
Tu afirmación sobre el razonamiento abductivo siendo único y representando una faceta diferente de la cognición humana, distinta de la deducción y la inducción, está respaldada por el análisis de Peirce sobre la abducción como una operación lógica que introduce nuevas ideas, iniciando la indagación sobre la naturaleza del razonamiento y el conocimiento.
Hugo
Entonces, ¿por qué no aceptas que "las abducciones son juicios metafísicos humanos, aquellos que la IA nunca podrá comprender debido a su naturaleza no espiritual"?
ChatGPT
... aunque la IA puede realizar razonamientos abductivos hasta cierto punto basándose en patrones de datos, podría enfrentar desafíos para replicar la gama completa de procesos cognitivos humanos, como la intuición, la imaginación creativa o la comprensión contextual subjetiva, que a menudo están entrelazados con ciertos aspectos del razonamiento abductivo.
Hugo
Quiero verte produciendo un juicio sintético sobre "juicios abductivos". Adelante.
ChatGPT
... Los juicios abductivos a menudo implican elementos de creatividad, intuición o saltos imaginativos. Van más allá del razonamiento estrictamente deductivo o inductivo al permitir la exploración de múltiples posibilidades y marcos conceptuales.
Hugo
No veo ninguna abducción ahí.
ChatGPT
Mis disculpas por no abordar directamente la abducción en la respuesta anterior. Permíteme proporcionar un juicio sintético específicamente sobre juicios abductivos:
Los juicios abductivos constituyen hipótesis especulativas o explicaciones formadas a través del razonamiento abductivo, una forma de inferencia que busca proponer la conclusión más plausible o razonable dada la evidencia o las observaciones disponibles, a menudo en situaciones donde la información es incompleta o incierta.
Hugo
Aún estás apegado a "mejor ajuste para los fenómenos observados", es decir, estás apegado a la experiencia. De hecho, una abducción puede no ser el mejor ajuste para los fenómenos observados. Copérnico escribió que el centro del universo es el sol, lo cual no es correcto.
ChatGPT
Has planteado un punto válido sobre las posibles limitaciones del razonamiento abductivo, especialmente en lo que respecta al "mejor ajuste" con los fenómenos observados y la conexión con la experiencia. El razonamiento abductivo, aunque busca proponer las explicaciones más plausibles basadas en la evidencia o las observaciones disponibles, no está exento de errores o conclusiones incorrectas.
Hugo
Ese no es mi punto. No estoy cuestionando a Copérnico, que estaba en lo correcto en cierto sentido, sino a ti, que indicas que las abducciones son el "mejor ajuste para los fenómenos observados dentro de las limitaciones de la evidencia disponible". De hecho, las abducciones son juicios metafísicos por naturaleza, ya que no dependen del mundo físico.
ChatGPT
Algunos académicos proponen que el razonamiento abductivo implica una forma de inferencia que no está únicamente vinculada a datos observables, sino que integra saltos imaginativos, síntesis creativa y razonamiento intuitivo que podrían ir más allá de la evidencia empírica directa.
Desde esta perspectiva, las abducciones podrían efectivamente involucrar juicios metafísicos, ya que podrían implicar razonamientos que superan la evidencia empírica inmediata y exploran posibilidades o explicaciones más allá del mundo físico o la experiencia sensorial inmediata. Esta noción sugiere que las abducciones pueden abarcar un alcance más amplio, aventurándose potencialmente en el ámbito del razonamiento metafísico o especulativo.
Hugo
"Así, paradójicamente, mientras el positivismo ha condenado nuestra indagación metafísica sobre la inmortalidad, el más allá, la vida después de la muerte, Dios, el alma y la razón de ser del universo, ha cerrado un ojo a los juicios abductivos que son la matriz de las hipótesis que impulsan la tecnología y la ciencia, la civilización y el progreso que la humanidad disfruta hoy en día."
ChatGPT
Tu declaración explora las distinciones entre varios tipos de razonamiento, la naturaleza de los juicios sintéticos kantianos y las características de los juicios abductivos. También aborda las limitaciones y potenciales de estas formas de razonamiento dentro de la comprensión humana, especialmente en contraste con la postura del positivismo sobre la indagación metafísica.
Aquí tienes un resumen de tus puntos clave:
1. Juicios sintéticos kantianos: Estos son juicios donde el predicado no está contenido dentro del concepto del sujeto, ampliando el conocimiento al introducir nueva información sobre el sujeto. No pueden explicarse completamente a través de la inducción o la deducción, ya que involucran aspectos más allá de la experiencia directa.
2. Juicios abductivos: Considerados exclusivamente humanos y metafísicos, estos juicios implican un razonamiento que va más allá de la evidencia empírica inmediata. Incluyen saltos imaginativos, intuición y síntesis creativa de información, explorando posibilidades o explicaciones más allá del mundo físico. Se considera que las abducciones son útiles en la investigación, pero no necesariamente están vinculadas a la verdad fenomenal directa, sujeta a falseabilidad.
3. Indagación metafísica y positivismo: Enfatizas cómo el positivismo, si bien condena las indagaciones metafísicas sobre la inmortalidad, el más allá, Dios, el alma y la razón de ser del universo, podría pasar por alto o desestimar la importancia de los juicios abductivos. El razonamiento abductivo, a pesar de su naturaleza especulativa, sirve como base para las hipótesis que impulsan el progreso científico y tecnológico, contribuyendo a la civilización y los avances humanos.
Tu argumento destaca la paradoja en el escepticismo del positivismo hacia las indagaciones metafísicas, al tiempo que posiblemente pasa por alto la importancia del razonamiento abductivo en la generación de hipótesis que impulsan el progreso científico y tecnológico. Subraya el papel del razonamiento abductivo como catalizador de la exploración intelectual, la innovación y el avance del conocimiento humano, a pesar de su naturaleza especulativa y no empírica.
Bard sobre sobre "Abducción, el juicio metafísico que la IA jamás generará"
El ensayo de Santander Ferreira destaca la importancia de la abducción para el conocimiento y la comprensión humana. La abducción nos permite formular hipótesis sobre fenómenos que no podemos comprender completamente, y es una capacidad que la IA no puede replicar.
El ensayo también es importante porque cuestiona la idea de que la IA algún día podrá alcanzar la inteligencia humana. Si bien la IA puede ser muy buena para realizar tareas que requieren de un razonamiento deductivo o inductivo, no puede generar abducciones. Y la abducción es una capacidad esencial para el conocimiento y la comprensión humana.
El ensayo de Santander Ferreira es un importante recordatorio de que hay ciertos aspectos del conocimiento y la comprensión que son exclusivamente humanos. La abducción es una de estas capacidades, y es una de las cosas que nos (sic) hace únicos.


















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